Al final de cuentas la armadura crema fue lo de menos, la peli tiene otros detalles que hacen bajar la calidad de manera "extremis" en comparación con las dos anteriores, y si se piensa muy rápido hasta pelea en nivel con Avengers.
La historia sigue luego de lo que pasó en Nueva York con los bicahrracos que invadieron en Avengers, por eso Tony Stark tiene pesadillas y ataques de ansiedad con sólo nombrarle Nueva York, se volvió más adicto al trabajo, a sus armaduras y a protegerse y proteger a sus seres cercanos. En el medio de esto aparece el Mandarín, un terrorista con todas las letras. Además un empresario misterioso vendrá a tentar a Pepper y ofrecer negocios turbios. También se intenta tener un misterio en la trama pero no pasa a mayores.
La acción está muy bien como siempre, el 3D bastante aprovechado, técnicamente la peli está muy bien, hace reír como las anteriores y por supuesto Robert Downey se lleva toda la carga sobre sus hombros. Y está bien, entretiene, pero algo le falta. Las puntas de la trama se quedan por el camino, los villanos son demasiado exagerados y tiene demasiada fantasía. Ese es el problema más grave de la cinta. Por ejemplo, Thor tiene fantasía, pero bien llevada, The Avengers tiene mucha fantasía, pero tampoco hiere la vista, con esta se les pasó la mano un poquito.
Volviendo a revisar los motivos por los que se cambió el director, evidentemente es porque se quería empujar un poco hacia el bolaso y dejar atrás lo realista.
¿Qué nos queda? Una película bien hecha, sin AC/DC, sin mucho realismo, sin una buena armadura (y hay para elegir un montón), sin una historia sólida, con buen humor, buena música original... una película para ver pero sin mucho afán de contenido.
El peor horror de la película es desperdiciar al Mandarín... un pecado contra el personaje y su creador... y no lo digo por Ben Kingsley que la rompe, digo por el camino que toma el personaje en la película, totalmente desperdiciado.
Salud igual, y veremos qué sale de todo esto... ah, quédese hasta el final como corresponde.
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