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viernes, 1 de abril de 2011

Devil

El Diablo estaba en los choclos en aquella película basada en un cuento de Stephen King (muy aconsejable filme dicho sea de paso) Children of the corn (Fritz Kiersch, 1984) y no, esta vez nada tiene que ver la historia y nada tiene que ver el señor King sino el señor M. Night Shyamalan en la silla de productor (la historia también es suya) y, como indica el nombre de la película, el Diablo sigue sus andanzas esta vez en la ciudad, particularmente en un edificio lujoso de oficinas.

Como se ve en la sinopsis, cinco personas quedan atrapadas en un ascensor y sí, una de ellas, no es lo que parece… y también sí, es esa persona que llegado el momento (ni bien aparece y dice su primer diálogo, sí sí, así de obvio) uno apuesta todas las fichas a que se las trae, y efectivamente se las trae.

Fuera de esta total obviedad la película va muy bien, con misterio y suspenso no de saber quién es el Diablo y tampoco tanto por qué están esas personas en esas circunstancias (ya lo adelantamos con la historia en off) sino que el misterio es saber qué ocurre a continuación. O sea, se sabe que la guadaña va cayendo pero está bien logrado el misterio y el suspenso de quién es el próximo y cómo será el desenlace de toda cuestión.

Las actuaciones están bastante bien y la peli está cuidada con buenos condimentos a la hora de sugerir momentos incómodos (sin llegar a asustar a nadie, pero ojo, es una película de suspenso, no de horror). También contiene algún que otro cliché y esteriotipos como el personaje religioso que por supuesto es Latino y cree en el diablo, brujerías y toda esa cosa de rezar y decir "no, esto es malo" en español que a uno lo hacen todavía fruncir el ceño pensando "seguro, en el primer mundo es tanto el adelanto y nosotros andamos pateando gallinas por los caminos polvorientos y asombrándonos por los relámpagos pensando que es algún demonio o mal augurio, haceme el favor!" Pero bueno, dejando esto de lado la peli va muy bien. La música a cargo de Fernando Velázquez es de prestar atención y la dirección de John Erick Dowdle -el mismo de Quarantine, la versión yanqui de REC- es correcta.

La historia trata de buena forma distintos miedos secundarios y básicos centrándose en el miedo a lo desconocido y al mismísimo Satanás, que también obra de forma misteriosa y no necesita aparecerse con cuernos y cola para estar ahí. También se tocan temas como el despecho, el rencor, la venganza, la redención y sobre todo la posibilidad de que algo o alguien está en perfecta posición observándonos. Una película a tener en cuenta, con su sencillez y como bobeando nos está mandando un mensaje bien definido.

Por eso diremos que la peli merece ser vista, no se asuste por el amigo Shyamalan que en esta cinta vuelve a lo que sabe hacer. Además es sólo el productor de su propia historia y anunciante como se ve en los títulos de apertura, y al parecer tendremos más de estas historias sencillas para una noche de lluvia. Esperaremos con todo el interés.

Salud por todos los involucrados.