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lunes, 17 de febrero de 2014

Robocop (1987 vs 2014)

Finalmente se estrenó la remake del clásico de 1987 de Paul Verhoeven Robocop, película que salvó la MGM y que venía hace varios años queriendo salir.

En un momento era Darren Aronofsky quien estaba interesado en el proyecto aunque por distintos motivos fue el brasilero José Padilha quien logró ponerse a cargo de la dirección.

Las primeras fotos en el set mostraban a un tipo en un traje negro de goma y plástico con un visor rojo que en nada se parecía al diseño de la película original, el actor elegido tampoco encajaba muy bien y los primeros avances no despertaban mucho interés.

Ya un segundo trailer con algunas de la frases clásicas del filme de Verhoeven ponían un poquito más de expectativa pero, las declaraciones del actor Joel Kinnaman encargado de darle vida al héroe terminaban por enfurecer a los seguidores del filme del 87. "Quise darle un toque mecánico por lo que por ejemplo, muevo primero mi cabeza y luego los hombros al girar" dijo Kinnaman como dándose crédito... crédito por algo característico de la actuación de Peter Weller en la cinta original. Estos y otros comentarios hacían entrever que no se trataba de una remake pensada en las personas que disfrutaron del filme cásico, sino que se busca ingresar a la historia del cine mediante el aplastamiento y la negación de todo lo que hizo lo que es hoy a Robocop.

Aun así, y por simpatía al brillante trabajo de José Padilha en Tropa de elite, decidí ver esta reversión con resultados muy por debajo de lo esperado.

Un futuro allá por 1987

El filme de Verhoeven trata de un policía transferido a una de las peores zonas de Detroit el cual es utilizado luego de fallecer en el programa Robocop de la OCP, multinacional encargada de la policía y de reconstruir a Detroit liberándola del crímen. El guión escrito por Edward Neumeier y Michael Miner refleja temas como la resurrección, la corrupción, el capitalismo, la amenaza nuclear, la manipulación mediática, el ser humano, la violencia, la política, la hipocresía, la escalada social, la venganza, entre otros.

Se retratan los estratos de la sociedad en súper ricos intocables y por fuera de la sociedad con un aire de deidad, los sumergidos en la pobreza y la delincuencia y el proletariado totalmente a merced de lo que mandan unos y las necesidades de los otros.

Explora además de manera muy acertada y en pocas líneas la esencia del ser humano en el personaje de Alex Murphy (Peter Weller) antes y después de Robocop. El quiebre entre el humano y el robot está impecablemente plasmado y el dejo de humanidad que Robocop tiene se transmite en actos reflejos, recuerdos y otros detalles como la frase: "Murphy tenía esposa e hijo, ¿qué pasó con ellos?". Referirse a sí mismo como otra persona es un toque brillante de los guionistas. La ejecución fría y sádica de Murphy, el pasaje por la sala de emergencias, la muerte de Murphy y el resurgir como Robocop son de los mejores momentos de la película.

La violencia juega sin dudas un papel fundamental en la cinta marcando la brutalidad, naturalidad, el consumismo, el rating, el marketing y la relevancia de una muerte o un acto violento para una parte de la sociedad. Que el ED-209 despedace a un ejecutivo de la OCP y se escuche pedir una ambulancia al tiempo que el responsable directo llame al acontecimiento una "falla menor" o que el creador de Robocop se ofusque porque los médicos logren salvar un brazo de Murphy y solicite fríamente "acordamos desmembramiento total... corta el brazo" son ejemplos del enfoque de la cinta.

Las actuaciones son todas impecables destacándose Ronny Cox (Dick Jones), Kurtwood Smith (Clarence Boddicker) y Peter Weller (Alex Murphy/ Robocop). Realmente hay que sacarse el sombrero para Weller moviéndose como Robocop.

Cabe aclarar que existe una versión del director con escenas que debieron ser eliminadas por su crudeza para poder exhibir en el cine la película con una clasificación R.

Corre el año 2014

En esta reversión, el guinista Joshua Zetumer apunta a darle más importancia al pasaje hombre-máquina que a la acción, sólo que sin grandes resultados. La película se vuelve lenta, por momentos aburrida, inverosímil, y Robocop es más un hombre prótesis que un robot policía.

Los pocos guiños a la película original se escuchan en una versión algo rara del tema principal de 1987 creado por Basil Poledouris, dos o tres frases de la película original, el nombre de solamente el protagonista y su esposa (todos los demás tienen otros nombres), la marca ED-209 (un rediseño totalmente asqueroso) y no mucho más que eso.

Los efectos son algo llanos y, aunque está bien hecha, la acción es poca, confusa y sin emoción. Los medios están presentes pero llegan poco al espectador. Por otra parte los musulmanes son malos, el ejército estadounidense sigue liberando patrias sometidas y "USA es el mejor país en el mundo". Estos detalles pueden tomarse como una crítica, pero no están bien afianzados.

Detalle curioso: indudablemente el programa de búsqueda de sospechosos que emplea Robocop es totalmente utilizable por la policía humana mediante una computadora, vaya a saber porqué no es así.

Vivo o muerto, vendrás conmigo

Como veredicto diremos que la versión del 1987 es infinitamente mejor, mejor temática, mejores mensajes, mejor guión, efectos importantes para la época, actuaciones sólidas y recordables, frases y momentos afianzados hoy en la historia del cine, mejor traje que sí parece metálico (y además Robocop puede girar el cuello, cosa que preocupó hasta hace poco en películas de superhéroes), excelente banda sonora, buenos efectos sonoros... la versión de 2014 tendrá mejores efectos especiales pero no mucho más cosas. Además el traje gris es mejor que el negro.

Por esto recomendamos que alquile la versión de Paul Verhoeven y se la muestre a sus hijos, nietos y demás descendencia. Luego vaya a ver esta nueva versión que no es mala, pero no llega ni a los amortiguadores en los talones del viejo Robocop.