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sábado, 13 de noviembre de 2021

Shang-Chi and the legend of the ten rings

Finalmente pudimos ver una de las últimas aventuras del MCU, esa película que muchos elogiaron y que prometía tan pero tan poco de su trailer. Sin duda que cumple su promesa aunque entretiene.

Como primer punto aclaro que no sabía absolutamente nada de este personaje creado por Steve Englehart y Jim Starlin en 1973. Más allá de que en principio no tiene poderes, que surge como respuesta a Bruce Lee y que su padre es Fu-Manchu con quien tiene serios problemas.

Incluso diré que luego de ver una imagen del personaje tengo la vaga impresión de haberlo visto alguna vez en el fondo de un panel. Más allá de estos datos no tenía ni idea.

Por supuesto que esto no condicionó la película para mi, hubo otros personajes del MCU que no conocía muy bien o directamente no conocía y en nada afectó mi experiencia.

Es cierto que si uno tiene una idea o conoce un poco estos personajes disfruta más esos guiños al comic, pero también es cierto que en un gran porcentaje estas historias y personajes son cambiados en la versión película o serie lo que no es muy bien recibido por el espectador en algunos casos.

Más allá de eso, Shang-Chi debió lidiar por un lado con mi baja de interés en el MCU en general luego de Endgame y por otro con los bastante malos trailers que tuvo pero, confieso era el Mandarín lo que mantenía mi poco interés en ver esta película.

Por otro lado, los buenos comentarios sobre la acción en Shang-Chi también despertaron mi curiosidad y una vez sabido que el supervisor de coreografías y director de la segunda unidad fue Brad Allan (quien falleció hace poco) sabía que al menos en ese campo la película iba a ser entretenida.

Dato curioso, el director de la película es Destin Daniel Cretton que en este preciso momento acabo de enterarme ya que no recuerdo escuchar a alguien nombrarlo ni siquiera promocionando la cinta. Es más, nunca vi su nombre en los créditos tampoco, aunque seguro que está.

Ahora bien, de qué va Shang-Chi? Pues de que es hijo del Mandarín, entrenado desde niño, por cosas del destino se aleja del imperio de su padre por 10 años y en el hoy, su pasado lo alcanza. Simple como suena. Qué es lo que ofrece la película? Pues aventura, acción, entretenimiento y no mucho más.

La película por momentos juega a querer ser como esas geniales películas asiáticas de Artes marciales en la que Arte es la palabra central, esas películas que vemos impresionantes y majestuosas puestas en escena, batallas épicas con soldados hasta donde puede ver el ojo humano, combates íntimos dentro de exquisitas cinematografías con un uso de los elementos y colores como sólo el cine asiático sabe hacer... pues sí, sólo el cine asiático sabe hacerlo. Por eso Shang-Chi juega a querer ser, pero esta vez querer no es poder. La película intenta con sets pobres, pantallas verdes muy notorias, efectos con falta de bastante trabajo en algunos momentos, tomas y escenas alargadas hasta más no poder tratando de emular algo que nunca puede. Decisiones innecesarias sin duda.

Las actuaciones están bastante bien en general, incluso la amiga de Shang-Chi, que en el trailer aparece como el estereotipo más estereotipado de una persona asiática en la historia de los estereotipos de personas asiáticas, incluso ella no resulta para nada molesto ni ofensivo. La trama juega principalmente con la herencia, problemas familiares, aceptación y amor. Los efectos están muy bien en su mayor parte y la música original a cargo de Joel P West es sumamente acertada y probablemente lo que más me gustó. Por otra parte, algunos de los temas musicales que se eligen son altamente nocivos para sus oídos.

El Mandarín (que es lo que vinimos a ver) funciona bien, pero le falta mucho. Hay una escena con el niño Shang-Chi, en la que van a buscar a los responsables de un suceso importante en la trama que es donde quizá el villano es mejor trabajado por la película.

Fuera de ese caso puntual, en general está bien, pero quizá me gusta más la forma en que trabajaron a Ben Kingsley en la primer parte de Ironman 3. Digamos que aquellos que leímos al personaje en los comics de Ironman quedaremos una vez más inconformes, sin símil a la apariencia ni anillos. Además, el guión encuentra una nueva forma de burlarse de un personaje icónico, cosa que para nada se entiende.

En general diremos que la película está bien, se deja ver, entretiene, la acción está bien sin ser nada del otro mundo. Pero la película se queda a medio camino en muchas cosas. Un guión pobre, escala pobre, efectos por momentos pobres, actuaciones sin brillo, escenas muy extendidas y otra serie de sin sentidos que hacen que cuando uno piensa que ya está por terminar la película lleva recién una hora y cuarto.

Otro detalle curioso de esos que tanto gustan: el guión en un momento intenta hacernos sentir lástima por el protagonista cuando debe tomar una decisión de vida o muerte comparando con otra que tuvo que hacer en el pasado. El guionista nos quiere hacer dudar ¿qué hará Shang-Chi, tendrá lo que requiere, tomará una vida? ¡Qué horribles pensamientos deben estar pasando por su cabeza en este momento, y ni qué hablar de lo que pensará su amiga, esa que tenía toda la pinta de estereotipo pero que no lo es! En primer lugar, la película es sumamente predecible así que ni se le ocurra señor guionista, y en segundo lugar Shang-Chi ya ha matado al menos 10 personas en una sola escena y sin vacilar. Recuerda cuando están peleando sobre unos andamios a una altura importante? Bueno, eso. Detalles de estos hay varios, y por supuesto descolocan de lo que se está viendo.

Más allá de eso, la película cumple en ser una aventurita más del MCU, sin tanto chiste por suerte pero con la escena orgía de CGI obligatoria al final. Una opción para ver una vez y basta.