The last voyage of the Demeter

Si yo le dijera hace un tiempo que André Øvredal, director de por ejemplo Troll Hunter (2010) o The autopsy of Jane Doe (2016), iba a dirigir una película sobre Dracula, usted sentiría interés, si le dijera que la película iba a centrarse solamente en los diarios del Demeter su interés aumentaría, y si arriba de todo eso le dijera que Javier Botet iba a hacer de Drácula ya llegaríamos a elevados niveles de hype. Bueno, esa fue mi reacción hace (creo unos años ya) cuando me enteré de esta película. The last voyage of the Demeter cumple muchísimo aún con los detalles que se le introducen.

La historia se centra como sabemos en el viaje que el Demeter debe hacer transportando entre otras cosas, 50 cajas con extraños símbolos de Varna a Londres. Durante el viaje, comenzarán a pasar cosas inexplicables y uno a uno, los miembros de la tripulación caerán de forma misteriosa. Sabido es también, que entre la carga el Demeter transporta al mismísimo Conde Dracula.

Si uno leyó el libro de Bram Stoker o vio alguna de las adaptaciones cinematográficas, sabe qué le espera a los marineros pero, si bien la película toma decisiones muy acertadas en cuanto a la acumulación de víctimas, cabía la duda de si en esta adaptación se iba a respetar ese resultado por todos conocidos o no. Lamentablemente, si uno ve el trailer y, corriendo los tiempos que corren, se puede apostar en esta área por dos personajes. No voy a dar spoiler pero usted me entiende.

Ese detalle es quizá mi mayor crítica de esta película, otra sería que la criatura de ninguna manera debió aparecer en el trailer, pero eso ya es moneda corriente hoy por hoy. Más allá de esto, el filme maneja muy bien su propuesta, la ambientación, los espacios cerrados, el confinamiento del barco, el suspenso, incluso al ver la película más de una vez se descubren cosas nuevas y se da cuenta que hay momentos en que, como los tripulates del Demeter, uno no puede identifcar muy bien las siluetas en la noche y no todo es lo que parece.

Todas las actuaciones son muy sólidas, destacándose Liam Cunningham y David Dastmalchian. Por supuesto que Botet la rompe como siempre. En cuanto a Dracula, que es lo que vinimos a ver, se retrata al personaje en su forma más elemental y cruda, "la criatura que toma forma humana" y no al contrario, lo cual se agradece. El vampiro es inmensamente mejor cuando es cruel, violento y se asemeja más al demonio del folklore que cuando es un tipo apuesto cachondo seduciendo jovencitas.

Por otro lado, los efectos son muy buenos. La ambientación del barco, las tormentas, los sonidos, la penumbra, el maquillaje, la banda sonora, todo juega a favor del buen nivel que tiene la película. Todos los personajes son bien trabajados y propios de la época y se retrata muy bien cómo van perdiendo la paciencia y las tensiones van aumentando a la par de los sucesos extraños y las muertes. El final está bien aunque podría ser mejor.

En conclusión diremos que The last voyage of the Demeter es una muy buena película que cumple lo que propone. No será lo mejor que ha visto en este tema, pero vale la pena y la verá más de una vez.