The Suicide Squad

Cuando anunciaron que el querido James Gunn tomaba la posta del escuadrón, en ese momento esta secuela a la complicada Suicide Squad de David Ayer se volvió una de las películas más esperadas en DC. Cuando se sumó a la ecuación la clasificación R y los avances del DC Fandome incluido los comentarios del propio Gunn en cuanto al tono y las influencias en los comics originales y las películas de guerra de los 70, la cosa solo mejoraba y mejoraba. Finalmente hace unas semanas se estrenó esta maravilla de DC y sí, la película es espectacular.

La película nos presenta un escuadrón prácticamente nuevo, salvo por algunos miembros que regresan, la idea de nuevos personajes y muchos de ellos funciona más que bien, sobre todo considerando que varios de ellos están ahí con el fin de morir de la manera más tragicómica. Una promesa de "nadie está a salvo de morir en la película" que se cumple totalmente. El escuadrón deberá infiltrarse en un país en el medio de un conflicto armado cívico-militar provocado por una Dictadura y en el que no falta la lucha por ver quién se queda con el poder. La misión del escuadrón dista mucho de esa realidad que atraviesa el lugar y la trama principal del filme se centra en lo que sin duda hace acordar a un montón de películas de operaciones secretas (Black Ops). Este aspecto en el tono se mantiene durante toda la cinta y es otra casilla marcada para James Gunn.

Entonces tenemos al Gobierno, a los que quieren tomar el poder, a los grupos civiles que pretenden terminar con la situación, a los villanos que comprenden el escuadrón y a los villanos aún peores. Todo perfectamente mezclado y orquestado en lo que bien podría ser un thriller bélico. Además, tenemos un montón de personajes, lugares y guiños de ese maravilloso y rico mundo de DC Comics. Ya con esto, la película destaca y marca firme su voz entre tantas opciones repetitivas del cine basado en comics. Pero la cosa no termina ahí.

Esto es sólo el contexto de la película, pero sin dudas las distintas puntas de la historia, vueltas de tuerca y los temas que se tocan (y vaya si los hay), hacen que The Suicide Squad destaque aún más. Las emociones que despierta en el espectador, la tensión, las risas, hasta desprecio hacia acciones y personajes, está llevado a cabo por Gunn y su equipo de manera brillante. Y por suerte, lo que fuera mi mayor problema con la cinta de Ayer, aquí se resuelve y queda bien claro desde el vamos. Sí, los personajes en The Suicide Squad son todos (en mayor o menor medida) malas personas, asesinos, ladrones, psicópatas y todo lo que uno espera de un grupo conformado por villanos de la inigualable galería de DC.

Esto se agradece enormemente. La gente es mala y mata, y muere, y se lastiman, y se traicionan, y no son héroes, están obligados y no quieren estar en esta misión, y saben que probablemente van a morir de una u otra manera, ya sea en la misión, traicionado por uno de sus compañeros, o en las manos de Amanda Waller, y casi que no les importa ya que tienen un sentimiento de desprecio por sí mismos o por la situación que los impulsa, al menos al comienzo.

La película, sin dar spoiler, toma por caminos que lo van a sorprender, y uno termina sumamente metido en la historia que Gunn nos cuenta, y entiende cada uno de los mensajes que nos está dando, sin escupir nada en nuestro rostro como lo han hecho muchísimas películas. Nadie se para a exponer, nadie señala las virtudes de algún personaje para cumplir con alguna agenda políticamente correcta, las cosas son y se entienden. Estos villanos evolucionan y crecen y dan giros en su contexto y en sus motivaciones que están orquestadas de manera totalmente natural. Sin dudas el guión es el fuerte de esta película.

Por si esto fuera poco, el importante cast hace una labor fenomenal. Todos destacan en algún punto con muy buenas actuaciones. Además, tenemos el humor Gunn, muy equilibrado para que la película no sea una comedia, tenemos acción de la buena y mucha, tenemos efectos especiales sumamente bien logrados y una banda sonora digna de colección.

El filme mantiene un ritmo constante plagado de momentos que quedan grabados y con escenas impecables que estarán para que el espectador tenga una baraja para elegir sus "favoritas". La película crece y crece y uno podría pararse a analizar cada elección de encuadre, de luz, de coloración, de música. Desde el punto de vista cinematográfico, la cinta ofrece exquisiteces a cada momento. Una película sumamente cuidada y bien hecha con una evolución de personajes y mensajes que van desde la violencia a la propia condición humana, la aceptación, el sacrificio, la amistad y el amor puro. Estos son alguno de los tópicos que el filme toca y que lo van a llevar a una experiencia emocional sumamente amena y satisfactoria.

Por donde se mire, The Suicide Squad es genial, pero es sin dudas la historia y lo brillante de su guión lo que la hacen excelente. Totalmente recomendable. Salud! Y esperemos más.